Esta semana hemos visto surgir un carril bici en la calle Garcilaso de la Vega, más conocida como Pº Marítimo, con el que se pretende fomentar el uso de la bicicleta entre la población, particularmente la más joven.
La obra ha consistido en señalizar de color "verde VOX" una acera preexistente, que va desde el cruce de la calle Hermanos Quintero hasta el IES Consaburum, ampliada unos 150 m. aproximadamente detrás de la plaza de toros, sobre unos terrenos que este equipo de gobierno utiliza pero, de momento, no paga a sus propietarios.
En el Grupo Municipal Socialista estamos de acuerdo con la promoción del uso de la bicicleta, pero no con las obras mal ejecutadas que lo único que buscan es el autobombo mediante actuaciones efectistas y facilonas, que seguramente tendrán un uso muy reducido y que causarán más perjuicios que beneficios.
Son muchos los inconvenientes que encontramos en esta obra. El primero es que el carril bici tiene doble sentido y una anchura que oscila entre 1,50 y 1,70 metros, por donde difícilmente podrán cruzarse dos bicicletas, no cumpliendo, además, las recomendaciones de la DGT que ha fijado el ancho de estos carriles de doble sentido en torno a los 3 metros. En segundo lugar, ocupa la zona que cientos de peatones utilizaba diariamente para pasear y transitar hacia las instalaciones deportivas y el IES Consaburum. Además, no han tenido en cuenta que, en un futuro muy próximo habrá en esa zona un nuevo centro de salud que incrementará aún más el flujo de viandantes.
Ayer, día 27 de noviembre, en el Pleno Municipal, preguntamos al equipo de gobierno por estas cuestiones y el Sr. Alcalde nos respondió que el concejal responsable es el Sr. Remigio Díaz, de VOX, y puesto que estaba ausente, le trasladaría la pregunta para que diese la oportuna respuesta. Evidentemente, esto denota que en Consuegra no hay un "equipo" de gobierno sino un gobierno de conveniencia en el que cada uno "arrima el ascua a su sardina".
El concejal de VOX quizás debería ocuparse más en hacer bien su trabajo en Consuegra y dejar de criticar las medidas de nuestros vecinos de Madridejos, que son muy respetuosos con las que se toman en nuestro pueblo.
Y todo esto ha costado la nada despreciable cantidad de 27.000 €. Mientras tanto las niñas y niños de Juan Cobo tienen que entrar a su colegio por un camino lleno de piedras, hierba y barro, sin que nadie considere que es necesaria una actuación urgente.
En fin, una medida más que apunta a un gobierno agotado y desnortado.